Tesorería

De capital importancia para la propia supervivencia de la Hermandad es la gestión económica llevada a cabo por la Tesorería, capítulo al que también hay que dedicar enormes recursos humanos y materiales, siendo éste un aspecto sensible y delicado.

Administrar los fondos de la Hermandad saneando todas aquellas partidas contables con déficit y/o innecesarias junto a la confección anual de la memoria contable del ejercicio anterior y del presupuesto del siguiente año, llevando unas cuentas claras, transparentes y abiertas en todo momento a la inspección de cualquier hermano que desee saber cómo se gestiona la economía de la Hermandad son algunas de las prioridades que nos marcamos.

Desde esta candidatura se trabajará en una doble financiación: una financiación ordinaria y otra extraordinaria. En la primera se seguirá contando con la cuota anual, única fuente de ingresos fija en la que tenemos que intentar implantar el sistema de cobro bancario para beneficio de la propia Hermandad, y en la segunda, es decir, la financiación extraordinaria, se trabajará intensamente por buscar fuentes extraordinarias de ingresos, haciendo las gestiones oportunas para conseguir subvenciones, patrocinadores, etc; así como en acciones puntuales para la obtenciones de fondos extraordinarios como Loteria Nacional, Chiringuitos, etc.

La seriedad y la pulcritud económica deben ser y serán uno de nuestros fundamentos donde nunca se hará un gasto sin haber realizado un serio estudio de la necesidad y viabilidad de lo que se quiere adquirir o contratar, comprometiéndonos seriamente a no realizar ningún tipo de gasto que endeude a la Hermandad y obligue a pedir préstamos a la misma, como ha ocurrido estos últimos años. 

Desde esta candidatura entendemos que el objeto del cobro de la Papeleta de sitio es participar de los gastos de la Estación de Penitencia. Dado que la Estación de Penitencia es obligación de todos y no sólo de los que participan en ella, todos cuantos componemos esta candidatura entendemos por discriminatoria dicha acción, por lo que se ha de suprimir el pago de dicho “gravamen” que se realiza sólo a los hermanos que participan en el principal acto de la Hermandad. 

Nadie que desee ser hermano de esta Hermandad dejará de serlo por cuestiones económicas. No permitiremos que hermanos que puedan estar atravesando dificultades dejen la hermandad a la que aman por dicho motivo, y asimismo aquellas familias que tengan verdaderos problemas económicos tendrán todas las facilidades para abonar la cuota de los miembros de su familia, sin que nadie fuera de la Junta de Gobierno y la propia familia tenga por qué saber nada.  

Y para todo ello, contaremos con el asesoramiento de un profesional en Economía, que desinteresadamente, al igual que todos los asesores que están dispuestos a colaborar con nosotros en las diferentes áreas, nos irá dando pautas profesionales para que nuestra economía cumpla siempre las diferentes exigencias que la sobriedad y caridad evangélica nos exigen como verdadera asociación de fieles, donde entre nuestras prioridades económicas presidan aquellas acciones que promuevan a estos niveles la justicia, la caridad y la solidaridad, como signos de la identidad de la Iglesia.