Estimados hermanos,
En primer lugar, Feliz Pascua Florida de Resurrección.
Pasada la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor quería manifestar públicamente algunas reflexiones del desarrollo de estas importantes fechas en el seno de nuestra hermandad de la Coronación de Espinas.
Me remito a este medio puesto que en las recientes fechas y bajo los cauces habituales (asamblea de hermanos) no he podido expresarme como hubiera sido mi deseo. Ni yo ni otros hermanos que me han acompañado en estas fechas pasionales.
1) La Asamblea de Hermanos se realiza el mismo día y a la misma hora en que pronuncio el Pregón del XX Aniversario de la Hermandad de Las Penas. Pregón al que me acompañan, como es lógico, familiares y amigos. Muchos de ellos hermanos de la Hermandad de la Coronación de Espinas. Y, CASUALMENTE, se establece ese día 15 de febrero de 2013 como el de la única y anual Asamblea Ordinaria de hermanos existiendo conocimiento previo de mi pregón desde octubre de 2012.
Una triste coincidencia que nos priva de voz y expresión "oficial" pero que ha de conocerse.
2) Se aprueba el cambio de recorrido. Algo que me sorprende puesto que el Hermano Mayor ya se dirigió a mi comunicándome que habría una asamblea en otoño de 2012 para tratar el tema y que aportásemos nuestro punto de vista. Nuevamente promesas que no se cumplen.
3) Acompaño a la hermandad en parte de su estación de penitencia, sin formar parte del cortejo, y con la sorpresa de ver cómo los pasos del Señor y su Santísima Madre se utilizan como vehículo de numerosos saludos a corporaciones varias y se obvia el ÚNICO que debería realizarse a Nuestra Patrona, la Santísima Virgen del Prado. De la que casualmente mi augusto padre es Presidente de la Hermandad que le rinde culto.
A parte dejo mi juicio sobre el cortejo y el desarrollo de la estación de penitencia que solo juzgo enormemente mejorable con el concurso de TODOS los hermanos.
4) Pretendo con ello que quede constancia de los constantes y sutiles intentos por obviar la expresión de parte de los hermanos de nuestra querida corporación. Y solo dejo una última reflexión, ¿se pueden sentir hermanados y trabajar por la hermandad aquellos que somos apartados de tan diferentes y subrepticias formas?
Francisco de Asís Pajarón Hornero
